Mi habitación es una caja de cartón donde guardo los días presentes. Cuando hace sol, sonríe. En los días de lluvia hay que cerrar bien para evitar que algún disparate se caiga por el balcón. Sus paredes se van domesticando salpicadas a base de postales italianas y de láminas con gritos y noches estrelladas.
La adorna un espejo que le dice verdades a quien le contradice y un tímido sillón que se siente incómodo cuando te acercas.
Por lo demás, es muy acogedora. A veces, si suena Extremoduro, sube del 5º al ático y se lanza al aire volando sin motor.
Lo que mejor guarda es una cajita de madera que cobra vida y siente todo lo que le rodea y lo de más allá. Que sueña con no ahogarse cuando suba la marea. Que busca fundir soles y lunas en el mismo día.
3 comentarios:
Enhorabuena por el blog; es cálido sin ser cercano, íntimo sin ser tímido, enseña sin desnudar...
Desde el sur de casi todos los lugares, entre la maraña absurda que envuelve mi quehacer diario en esta ciudad cada vez más odiada, te mando un abrazo sincero y un te quiero de amigo de siempre y para siempre.
Vaya poetta! Parece que eres capaz con las palabras de convertir un "tinto peleon" en "champagne millésimé", tremenda calidad... Espero que seguiras volando por Italia para regalarnos estas historias, y que algun dia tendremos un libro tuyo entre las manos :)
bueno... me lance en un comentario sin saber realmente que iba a escribir... (no me pidas que prologue el libro que menciona esa misteriosa "Guadalupe"! jeje)
pues..me gusta tu estilo. Este blog me hace soñar, reir, llorar, vivir, respirar...que mas?... dios, me hace falta vocabulario para ser mas enfatica... voy a estudiar un poco.
un beso :)
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